Mis músicas con mis recuerdos, prácticamente desde que me parió mi madre, hace ya unos cuantos años, por cierto...
ABRID LAS OREJAS
Lo primero, agradecer que hayas entrado en mi blog. Desde él pretendo cultivar una de mis grandes pasiones , la MUSICA, para -fundamentalmente- dar a conocer canciones que, por circunstancias de la existencia , son parte de mi propia vida. Saludos y, ABRID LAS OREJAS
sábado, 4 de junio de 2011
TOM JONES: "DELILAH". MIS PRIMEROS RECUERDOS MUSICALES
Hasta los seis años de edad viví en un tercer piso de la calle Tres de Noviembre, 22, en el centro mismo de Santander. No fui al colegio hasta cumplidos los 7 y me pasaba las mañanas en casa y en la carpintería de enfrente. En dicho taller, además de enredar con el serrín y las lijas, el gran Armando -su propietario- se afanaba en hacerme pronunciar bien la letra "c", que yo pronunciaba como "f", haciéndome repetir cientos de veces palabras como "ceniza", "Zaragoza", "cenicero".
Mi madre -que era maestra- me enseñó a leer escribir y a realizar con gran soltura, cualquier operación matemática, por complicada que fuese. Tanto fue así que, cuando comencé a ir a la escuela al mudarnos a la calle Joaquín Costa, en las monjas del Alto de Miranda, estas buenas mujeres me sacaban continuamente a la pizarra para que explicase al resto de mis compañeros, como solucionar las más complejas divisiones que se les ocurrían. Esta exposición a los demás, me generaba bastante vergüenza, pero creo que, con el paso de los años, me ha servido para no tener ningún reparo a la hora de hablar y hacer exposiciones en público.
Al grano, que me voy... Currina, la hermana de mi padre había emigrado a trabajar a Alemania a finales de los 60 y nos trajo un magnífico magnetofón, similar al de la foto. Supongo que ese fue el primer germen que -con el paso de los años- me hizo buscar mi propia realización personal tocando la batería. Recuerdo como aprendí a manejar aquel caharro y que no me cansaba de escuchar todo lo que "escupían sus altavoces". No sé cómo obtenía mi padre las grabaciones -supongo que se las grababan en alguna emisora de radio local- pero para mí, aquel aparato era el no va más. Sonaban artistas españoles y extranjeros del momento, pero recuerdo especialmente -supongo que porque cantaban en inglés- a dos de ellos: Cliff Richards y Tom Jones (el tigre de Gales). Hoy, mi debut bloggeriano va dedicado a este último, que lleva casi 50 años en activo y ha sabido reinventarse como pocos. Aquellos típicos arreglos orquestales, los metales, esos coros sesenteros, guau... ABRID LAS OREJAS
Me gusta tu idea de ir entramando recuerdos de vida y musicales.No sabía,o no recordaba que tú también comenzaste el colegio a los 7 años y que debido al ingente caudal de conocimientos que nuestra madre conseguía introducirnos en las neuronas,tuviste que pasar por la ambivalente sensación de orgullo y vergüenza de las "exhibiciones" a que nos sometían las dulces monjitas.Yo también decía mostafa (por mostaza no por mustafá). Efectivamente ,nuestro padre todoterreno grababa música en Radio Popular donde en aquella época llevaba un programa radiofónico llamado "la canción de la calle" que abordaba temas socio-religiosos,y si mal no recuerdo la cinta en la que estaba "Dalilah" la grabó para la fiesta de mi décimo cumpleaños (Agosto 68). Anteriormente al magnetófono alemán de última tecnología,la música llegaba a casa gracias aun pickup (picú decíamos en la patria hispana),que unía radio y tocadiscos,incluidos en un mueble que por cierto había realizado Armando (que dice tu padre que se apellidaba Míguez) Escribes muy parecido a tu padre,chaval (honra se merece...) Como yo también he salido bastante escribidora,aportaré a tu blog los recuerdos que la lectura de los tuyos me vayan evocando y así iremos tejiendo una entrañable memoria familiar ¡qué happy y qué potito
Vale, se acepta tu intervención, jeje, pero te advierto que no voy a llevar ningun orden cronológico, así que habrá etapas que ni recordarás, porque estabas metida en otras batallas y yo en otras guerras. BSS
Aclaraciones y sumandos: a) Tu tÍa Currina trajo de Alemania cierta Navidad un "Grundig" a pilas. Era magnífico, pero presentaba, precisamente, esa pega. Me costó 5.ooo beatas de aquel entonces.. Lo llevé aquel mismo año a una misa que dimos en el interior de una impresionante cueva de Ramales. Gracias a él se oyó en la ceremonia el ALELUYA de HAENDEL. Pocos meses después lo vendí por el mismo precio a un amigo de Sabater (trabajó conmigo en Viesgo) que era administrativo en la Nestlé. Sabater fué quien, también en Navidad (para "Reyes") me vendió por 1000 pesetas la bicicleta con la que diste los primeros pedaleos. El móvil al, quitarle posteriormente las ruedas supletorias ,te produjo unas llorinas que partían el alma. La "cruel" escena tenía lugar a lo largo y ancho de la Alameda de Oviedo (tenías pánico a perder el equilibro, pese a que tu progenitora aguantaba el velocípedo). b) Armando te premiaba(no recuerdo si con una peseta) cada vez que acertabas en la pronunciación. Se debió gastar casi todo lo que ganó con los muebles (INCLUÍDO NUESTRO GABINETE, LA HABITACIÓN COMPLETA QUE DABA AL PATIO, LA MESA DE LA CLASE Y BASTANTES BANQUETAS, AMÉN LAS DE LA COCINA. OTRA MESA-CAMILLA DEL CUARTO DONDE JUGÁBAIS Y EL MUEBLE DEL ALTAVOZ (UNO DE BASTANTES PULGADAS QUE NOS FACILITÓ FÉLIX SAN VICENTE Y QUE - ERA LO QUE SE LLEVABA EN AQUELLA ÉPOCA - IBA FORRADO CON LÁMINAS DE CORCHO) - Aquel mueble tenía aparejado un pequeño cajón sobre el que colocábamos la radiogramola - montada por el cuñado de Félix San Vicente, Rafael Hurtado, un gran técnico que trabajaba para "Sonora radio" - (calle de Isabel II). c) Respecto al magnetofón, todavía está en el garaje (no me pudieron cambiar los cabezales últimamente) Fué un soberbio "Ingra 64" (no los había mejores) y aún conservo varias cintas de lo que grabábamos a través de la TV en Blanco y Negro que teníamos (Una Philips de 17") Aquello dió muchas alegrías a tu señora madre. Poníamos el aparato, generalmente en la cocina, sobre el frigorífico "Edesa 105 litros" y la donna, supongo echaría sus gorgoritos enviidia da por las "sus labores" de las diez cocinas que daban al amplio patio de "3 de Noviembre"
Me gusta tu idea de ir entramando recuerdos de vida y musicales.No sabía,o no recordaba que tú también comenzaste el colegio a los 7 años y que debido al ingente caudal de conocimientos que nuestra madre conseguía introducirnos en las neuronas,tuviste que pasar por la ambivalente sensación de orgullo y vergüenza de las "exhibiciones" a que nos sometían las dulces monjitas.Yo también decía mostafa (por mostaza no por mustafá).
ResponderEliminarEfectivamente ,nuestro padre todoterreno grababa música en Radio Popular donde en aquella época llevaba un programa radiofónico llamado "la canción de la calle" que abordaba temas socio-religiosos,y si mal no recuerdo la cinta en la que estaba "Dalilah" la grabó para la fiesta de mi décimo cumpleaños (Agosto 68).
Anteriormente al magnetófono alemán de última tecnología,la música llegaba a casa gracias aun pickup (picú decíamos en la patria hispana),que unía radio y tocadiscos,incluidos en un mueble que por cierto había realizado Armando (que dice tu padre que se apellidaba Míguez)
Escribes muy parecido a tu padre,chaval (honra se merece...)
Como yo también he salido bastante escribidora,aportaré a tu blog los recuerdos que la lectura de los tuyos me vayan evocando y así iremos tejiendo una entrañable memoria familiar ¡qué happy y qué potito
Vale, se acepta tu intervención, jeje, pero te advierto que no voy a llevar ningun orden cronológico, así que habrá etapas que ni recordarás, porque estabas metida en otras batallas y yo en otras guerras. BSS
ResponderEliminarAclaraciones y sumandos:
ResponderEliminara) Tu tÍa Currina trajo de Alemania cierta Navidad un "Grundig" a pilas. Era magnífico, pero presentaba, precisamente, esa pega. Me costó 5.ooo beatas de aquel entonces.. Lo llevé aquel mismo año a una misa que dimos en el interior de una impresionante cueva de Ramales. Gracias a él se oyó en la ceremonia el ALELUYA de HAENDEL. Pocos meses después lo vendí por el mismo precio a un amigo de Sabater (trabajó conmigo en Viesgo) que era administrativo en la Nestlé. Sabater fué quien, también en Navidad (para "Reyes") me vendió por 1000 pesetas la bicicleta con la que diste los primeros pedaleos. El móvil al, quitarle posteriormente las ruedas supletorias ,te produjo unas llorinas que partían el alma. La "cruel" escena tenía lugar a lo largo y ancho de la Alameda de Oviedo (tenías pánico a perder el equilibro, pese a que tu progenitora aguantaba el velocípedo).
b) Armando te premiaba(no recuerdo si con una peseta) cada vez que acertabas en la pronunciación. Se debió gastar casi todo lo que ganó con los muebles (INCLUÍDO NUESTRO GABINETE, LA HABITACIÓN COMPLETA QUE DABA AL PATIO, LA MESA DE LA CLASE Y BASTANTES BANQUETAS, AMÉN LAS DE LA COCINA. OTRA MESA-CAMILLA DEL CUARTO DONDE JUGÁBAIS Y EL MUEBLE DEL ALTAVOZ (UNO DE BASTANTES PULGADAS QUE NOS FACILITÓ FÉLIX SAN VICENTE Y QUE - ERA LO QUE SE LLEVABA EN AQUELLA ÉPOCA - IBA FORRADO CON LÁMINAS DE CORCHO) - Aquel mueble tenía aparejado un pequeño cajón sobre el que colocábamos la radiogramola - montada por el cuñado de Félix San Vicente, Rafael Hurtado, un gran técnico que trabajaba para "Sonora radio" - (calle de Isabel II).
c) Respecto al magnetofón, todavía está en el garaje (no me pudieron cambiar los cabezales últimamente) Fué un soberbio "Ingra 64" (no los había mejores) y aún conservo varias cintas de lo que grabábamos a través de la TV en Blanco y Negro que teníamos (Una Philips de 17") Aquello dió muchas alegrías a tu señora madre. Poníamos el aparato, generalmente en la cocina, sobre el frigorífico "Edesa 105 litros" y la donna, supongo echaría sus gorgoritos enviidia da por las "sus labores" de las diez cocinas que daban al amplio patio de "3 de Noviembre"
Salutations